Las tres “E” del running: Entrenamiento, equipamiento y equipo

En el mundo del running existen varios pilares importantes y hoy queremos profundizar en 3 de ellos: el equipamiento, el entrenamiento y el equipo.

Cuando corremos es igual de importante entrenar y fortalecer, tener un equipo o entrenador, contar con ropa y accesorios adecuados para hacer más cómoda nuestra rutina.

Ahora bien ¿Cómo podemos mantener equilibrados estos tres pilares? Pues, todo se reduce a una sola palabra… disciplina. 

¡Fuera excusas, a entrenar!

El entrenamiento es la base de todo deporte. En el running, es gracias al entrenamiento que podemos afinar destrezas y mejorar nuestros ritmos; y aunque existen muchos tipos o estilos, todo dependerá de qué resultado sea el que deseamos alcanzar. 

El hombre más rápido del mundo, Eliud Kipchoge, cree fielmente que saltar un entrenamiento afecta su rendimiento y altera su preparación de competencia, por eso afirma: “Jamás me voy a saltar un entrenamiento. No hay que hacer concesiones mientras se entrena. Hay que seguir corriendo”.

Organízate con cronogramas, toma notas de los cambios cada semana, inscríbete en competencias y carreras, come sano y verás sin duda mejoría como resultado de tu compromiso. 

¡No gastes, invierte!

Siempre nos dicen que evitemos gastar de más a la hora de comprar ropa y accesorios para entrenar, pero nos seguimos preguntando: ¿En qué debo invertir exactamente? 

Todos los runners coinciden en que las mejores prendas de vestir para correr son las que te permitan transpirar, siempre debes contar con shorts, camisetas, cangurera, lentes y gorra si el clima lo exige. Para post entrenamiento es súper recomendable tener medias de compresión que procuran el descanso muscular al motivar la circulación de la sangre.

Contar con zapatos de buena calidad y que se adapten a nuestro tipo de pisada es sencillamente vital. No se trata sólo de comprar las zapatillas del año o una marca específica.

En los últimos años hemos visto algunos contrastes sobre la importancia de las zapatillas en el rendimiento. Por una parte, vemos a una niña tailandesa de 11 años ganando medalla de oro descalza, un corredor keniano que pierde un zapato a pocos segundos de haber comenzado la carrera y logra llevarse el título de la Liga de Diamante, una atleta peruana que gana un maratón con un hueco en su suela y hasta un atleta olímpico coronado como el primer africano en ganar medalla de oro sin llevar zapatillas; y aunque la lista podría continuar sólo queremos resaltar cómo esto ha marcado la historia del atletismo menor y élite desde el sentido de humildad y motivación para muchos otros atletas. 

Sin embargo, por otra parte, vemos atletas reconocidos culpando a sus “zapatillas del año” por haberlos obligado a bajar su ritmo, ya que no resultaron ser tan cómodas como esperaban.

El punto al que queremos llegar es… elige las zapatillas que más te sirvan y no necesariamente las más modernas y costosas. Investiga, prueba e invierte, no gastes. 

Más motivación, mejores resultados

Dicen que “el resultado final del grupo es mayor que la suma de aportaciones individuales de cada miembro” y está súper comprobado que entrenar en equipo genera un sentido de pertenencia, mantiene viva la motivación y aumenta el compromiso de asistir y cumplir con la rutina. 

Como parte de un equipo, también se encuentra el entrenador o coach. Esta figura es indispensable en el entrenamiento para lograr resultados eficaces al programar rutinas totalmente personalizadas; después de todo, cada persona y cuerpo funciona de maneras distintas. 

Contar con un instructor te permite ver resultados de forma más certera y rápida, ya que constantemente estará midiendo tu desempeño y agregando o quitando elementos a tu rutina según las respuestas de tu cuerpo; todo en pro de mejorar tu ritmo, resistencia y técnicas de carrera. 

El equipo de un runner también está compuesto por su familia y amigos. Quienes te ven a diario salir fresco como una lechuga y entrar nuevamente sudado y sin más energía, los que escuchan sobre tu rutina, te apoyan con tu dieta, te acompañan en las carreras, gritan cuando llegas a la meta y hasta te escuchan hablar de frecuencia cardíaca, cadencia, zonas, calorías y kilómetros a diario, muchas veces sin entender la cuarta parte. 

Los tres pilares, entonces, convergen en “ser disciplinado”.

No es un entrenamiento duro y al máximo, es preguntarte: “¿Cuál es mi meta?” No es sólo comprar ropa de cierta marca, zapatos del año o un smartwacth que no sepas usar, es elegir la comodidad e invertir en herramientas que realmente aporten al entrenamiento; y por último, no es simplemente tener un equipo para salir a correr, es incluir a tu familia y amigos, y por supuesto contar con un instructor que te ayude a mejorar tus tiempos y técnicas. 

¡Corramos más y quejémonos menos!

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